Ir al contenido principal

"Los únicos terroristas son los que usaron las armas de la Patria en contra del pueblo"

  • por Marcos Nahuel Escobar para el Diario del Juicio
Andina Lizárraga frente al Tribunal Oral de Tucumán
PH Fernanda Rotondo


El testimonio de Andina Lizárraga, un viejo militante peronista, que participó del Tucumanazo.


“Si gritar por justicia es violencia… es como si lo acusara a San Martín de ser terrorista por rebelarse contra el Virrey. Nosotros defendíamos nuestros derechos constitucionales. Los únicos terroristas son los que usaron las armas que les dio la patria en contra del pueblo. Ellos son los verdaderos subversivos”. El testigo Héctor Hugo Andina Lizárraga, el tercero en declarar frente al Tribunal Oral Federal de Tucumán el 18 de agosto, contestó con firmeza cuando el defensor particular Mario Leiva Haro, le preguntó si había participado del Tucumanazo y de la “construcción de barricadas”, hechos de los cuales Andina Lizárraga, por otro lado, se enorgullece. “Claro que hacíamos barricadas, si hasta nombre les poníamos”, respondió, con sorna.

A la pregunta de si fue parte de la “Coordinadora Obrero Estudiantil”, el testigo respondió: “se llamaba Comisión, no Coordinadora, y sí, yo estaba por FOTIA. La parte estudiantil se integró a través de la movilización y la acción política.”

El testigo fue convocado al Tribunal Oral Federal para que declarara sobre los hechos que lo perjudicaron en el año 1975. Según su relato, las fuerzas represivas entraron a su casa varias veces. La primera vez, fue la Policía Federal la que realizó un operativo durante el cual revisaron todo y se fueron.

A esa casa -se trataba de un domicilio provisorio, ya que se había retirado de su casa porque allí había sufrido intentos de secuestro y amenazas de muerte- fue a buscarlo la Policía de la Provincia, luego de que un reconocido “soplón” de la policía conocido como “Hijitus”, lo delatara. Esta vez, la tercera que entraron a su casa, también se encontraba su sobrino y un amigo que habían llegado después de salir a bailar. Fueron llevados esposados hacia la Jefatura de Policía. No estuvo retenido mucho tiempo ese lugar.

“El Ejército no tenía obediencia debida a los valores de la Constitución, sino al de los intereses monopólicos extranjeros. América Latina quedó bajo el mando de las fuerzas represivas”, fue el análisis con el que terminó su testimonio. 

“Un día me esposaron las manos a la espalda y me subieron a un camión, sin decirme a dónde. Me preguntaron mi nombre y mi militancia. ‘Peronista’, dije. Me vendaron, me pusieron un cartel y me llevaron a un salón grande y me hicieron tirarme en el piso”. Ante las preguntas del fiscal, el testigo afirma que fue Roberto Heriberto Albornoz quien lo interrogó en la Jefatura, el primer lugar donde lo llevaron secuestrado.

En la celda de la Escuelita de Famaillá, tal su segundo destino, había varias personas, entre 15 o 20, contó. Allí pudo identificar a Yapura, también secuestrado en ese recinto. Luego lo llevaron a una habitación donde había un motor encendido, que hacía mucho ruido. “Se imaginará, no me llevaban de paseo. Ahí me torturaron. Hablaban de violarme con un palo para que hable”, relató.

En la Escuelita, Andina Lizárraga pudo reconocer a uno de los hermanos Aranda, secuestrados el 22 de marzo de 1975, en San Pablo. Recordó que el joven estaba sentado a su lado y que le pidió a un gendarme que lo ponga al lado de su hermano, a lo que el gendarme contestó: “hijo de puta, estás viendo”. Luego de golpearlo -contó- lo pusieron junto a su hermano, mientras le decían: “acá lo tenés, dale un besito”.

El último traslado que sufrió fue a la Jefatura de Policía. “Me sacaron un día después de torturarme. Una persona me preguntó mi nombre y parece que me reconoció. Esa tarde me trasladaron junto con un grupo grande de presos en un camión. Había un correntino que me decía que veamos cómo hacer para escaparnos porque pensábamos que nos iban a matar, intentamos sacarnos las vendas y huir, pero no fue posible. Finalmente llegamos a la Jefatura, nos pusieron contra la pared. Los policías nos sacaron las vendas y las esposas. Había mujeres allí y los oficiales les miraban las tetas y hacías comentarios”, continuó.

Mientras estuvo sentado en la oficina del comisario Marcotti -recordó- pudo ver que un policía se hacía pasar por preso y le preguntaba cosas a otro detenido. A cargo de la Jefatura estaba el Coronel Castelli, el testigo afirma que lo vió allí.

Cuando lo trasladaron al penal de Villa Urquiza, pudo ver a Tirley, a Marteau y a Petersen.

En uno de sus lugares de secuestro pudo saber que estaban los hermanos Núñez, junto a su padre. “Lo sacaron de su celda y -cuando volvió- estaba en un estado lamentable”, relató. Contó que lo acusaban de la muerte de Viola.

Aunque sin causa ni abogado, Andina Lizárraga estuvo preso hasta 1982. Estando en la cárcel de Chaco se enteró -por su hermano, que lo fue a visitar- de que estaba a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. “Le tuve que decir que mintiera que se quedaba varios días, pero que se fuera inmediatamente porque corrían los rumores de que también detenían a los que iban a visitar a los presos”, explicó.

Sobre el “soplón” de la policía, apodado “Hijitus”, el testigo no pudo recordar el nombre, pero dijo que lo reconoció como  secretario de un diputado Teseira, del partido bussista Fuerza Republicana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Para vos

Aquí vamos. Acercando cada uno los pedacitos en los que quedamos. A ver si entre todos podemos rearmar este espacio. Rearmarlo y rearmarnos. Siempre supimos que eras inmensa, te lo dijimos de miles de maneras. Y ahora nos tenemos que hacer cargo de la inmensidad que quedó en nuestras manos. No sabemos cómo seguir. Vamos empezando a caminar pasito a pasito. Como aprendiendo de nuevo, porque nos cuesta mucho caminar sin vos. Sabemos que tenemos que recuperar la alegría. Y defenderla. Pero sabemos también que no nos vamos a despedir de esta tristeza. Que tenemos que abrazarla y saberla nuestra. Tampoco sabemos cómo lo vamos a hacer, pero lo vamos a hacer. Cómo no recordar tu sonrisa. Tu sonrisa y sobre todo tu risa. Esa risa desparpajada que podía llenar los rincones más oscuros. Que retumbaba en las paredes. Y que ahí se quedó, retumbando en todas las paredes que te escucharon. Cómo sacarse de la cabeza tu voz. La socarrona y divertida. La profunda y reflexiva. Los matices de tu voz f

Comienza el juicio más grande por delitos de lesa humanidad en Tucumán

por Valeria Totongi para el Diario del Juicio Son 270 víctimas. 20 imputados y otros 20 a la espera de que la Justicia confirme su procesamiento. Más de 1.400 testigos. “Operativo Independencia” es el juicio más grande no sólo en cantidad de involucrados, sino también el más emblemático de nuestra historia reciente. Durante más de 1 año (es lo que se calcula que durará todo el proceso) se escucharán testimonios de sobrevivientes, de familiares de víctimas y de expertos, con lo que se buscará reconstruir qué pasó entre febrero de 1975 y marzo de 1976 en Tucumán. Es que -en nuestra provincia- el horror del genocidio empezó a desplegar sus alas negras meses antes de que el martillo militar golpeara al Estado argentino, en marzo de 1976. El 9 de febrero de 1975, en cumplimiento del Decreto 261/75 de la entonces presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón,  se convertía a la provincia en territorio de ocupación. A partir de la instalación de más de 20 unidade

NATALIA, SIEMPRE PRESENTE

(Por Ana Melnik) Natalia Ariñez, nuestra Nati, nuestra compañera Nati, no está ya con nosotros. La ausencia de Nati es una certeza dolorosa, la confirmación cotidiana de algo que no deja de ser irreal. Porque estoy escribiendo la nota para este Diario que nunca imagine escribir, y porque hablar de ella en pasado contradice asombrosamente su forma de estar presente, ahora mismo. Nati es presencia que trasciende cada día que pasa. Fue una de las gestoras e impulsoras de este proyecto de comunicación colectiva. Este Diario del Juicio, que nació como un espacio de socialización de los juicios orales por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar- y ahora Operativo Independencia-, que tuvo su inicio en el 2012, con la Megacausa Arsenales II-Jefatura II. Natalia fue una de las editoras de este Diario, junto a Carolina Frangoulis, y administradora de este Blog. En estos momentos, cuando la recuerdo, pienso en nuestra tarea compartida, en una Nat